viernes, 19 de diciembre de 2014

LENGUA Y LITERATURA


Bienvedidos al aula virtual de Narcisa Velez, docente del colegio Carmen Mora de Encalada del cantón Pasaje, en la asignatura de Lengua y Literatura.

¿Por qué compartir el conocimiento?

Desde siempre los seres humanos tendemos a compartir con amigos y conocidos, nuestros pensamientos, sentimientos y las distintas formas de percibir la realidad. Hoy, a través de las redes sociales, las personas intercambian información constantemente. Por esa razón cabe preguntarse por qué a veces nos cuesta compartir el conocimiento.
Esto viene desde la escuela. Es común ver como muchos niños tapan su hoja de ejercicios para evitar que sus compañeros le copien. Desde ese momento crecemos con la falsa ilusión de que acaparar el conocimiento nos da más poder. Será que compartir lo que uno sabe podría quitarle a las personas poder ante su entorno. Será que retener el conocimiento y no compartirlo nos da el poder que necesitamos para enfrentar la realidad. Las respuestas a estas interrogantes son diversas pero lo importante es comprender por qué es importante compartir lo que sabemos y no reservarlo únicamente para nosotros.
El conocimiento es el único recurso que no se extingue con el uso. Su reproducción es ilimitada, a diferencia de otros recursos que, al utilizarlos, se agotan en lugar de multiplicarse. Además, el conocimiento que se comparte se refuerza en la persona que lo posee.
“Principio de la abundancia” lo llamó Stephen Covey en su célebre libro Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Hay demasiado conocimiento para compartir; es infinito y se multiplica permanentemente (Internet es prueba suficiente). Por lo tanto, no hay razones para sentirse amenazado.
Compartiendo lo que sabemos con nuestros compañeros de clase, de trabajo, familiares, amigos, conocidos, podemos lograr mayor creación de conocimiento. Intercambiando ideas, opiniones y pensamientos podemos generar nuevas ideas que surgen de la interacción. El capital intelectual que tiene origen en el intercambio con los demás es difícil de obtener por otra vía. Uno solo no puede generar sinergia.
Intercambiando y compartiendo con los demás podemos lograr grandes cosas, aportando a nuestro propio crecimiento y al desarrollo de la sociedad en su conjunto. No debemos limitar la interacción con los demás. Conservar un conocimiento sin compartirlo aunque parezca desestimable podría interrumpir su creación. Lo que podría resultar insignificante para uno podría serle útil a otra persona.
Entonces, ¿por qué no compartirlo?

PASOS PARA MEJORAR LA HABILIDAD DE HABLAR EN PÚBLICO
Hablar en público es una de las mejores herramientas para tener éxito en la vida profesional o de negocios.  Para la gran mayoría de las personas este es uno de sus mayores temores.  Desempeñarse bien ante un auditorio, presentar un tema que les interesa de manera organizada y clara, convencerlos de que tienen dominio de ese tema y motivarlos de que tomen acción te llevará a grandes alturas.
Pocas personas logran argumentar ordenada y lógicamente, cuando están frente a un público, porque pensar mientras se habla delante de un auditorio, muchas veces es una de las mayores barreras que debe cruzar el que desea desempeñarse eficientemente como conferencia, charlista, predicador o como orador.
El reto es entonces organizar lo que se habla de manera organizada y ordenada, etapa por etapa, con una argumentación convincente y lógica, para exponer con acierto y con eficacia el contenido del mensaje.
Hay un secreto para empezar: cuando estés preparando la presentación, debes tener en cuenta siempre que lo que escribas para luego hablarlo, el mensaje, debe ir al encuentro de las necesidades, problemas y expectativas de los oyentes; debe ser desarrollado el tema principal de manera lógica, clara y entrelazada armónicamente.
Los siguientes son los 5 Pasos para Mejorar tus Habilidades como Orador:

Paso 1   Selecciona un tema que te apasione y que domines.

Paso 2   Determina los objetivos que deseas alcanzar con la presentación.

Paso 3   Conoce bien qué desea y motiva a la gente que recibirá tu mensaje.

Paso 4   Sigue un proceso serio de investigación y preparación de la charla.

Paso 5   Practica, practica, practica tu presentación


A continuación te presento un breve resumen de lo que debes hacer en cada paso:

Paso 1:  Selecciona un tema que te apasione y que domines.

Serás llamado a hablar en público o deberás hablar en público debido a tu profesión o actividad económica, quizás por alguna de tus aficiones.  En todo caso, el tema algunas veces será sugerido y otras veces tendrás libertad de escogerlo.
Lo más sencillo, será hablar de un tema que te apasione y que domines.  Lo mejor será que hables de lo que llevas años preparando con base en tus estudios, investigaciones o experiencia cotidiana.
Puedes hablar sobre un tema de actualidad, aplicado a tu área de conocimientos.  Puedes hablar sobre un tema del que te hayas ganado autoridad probada.  O puedes hablar simplemente de un tema que te guste, por ejemplo de una afición.  También puedes traer temas viejos que han interesado a las personas y presentarlo con nuevos matices.  Puedes tocar un tema que tenga que ver con las circunstancias del lugar u ocasión.  También puedes hablar de un tema para el cual hayas tomado suficiente tiempo para investigarlo, porque quizás no era del todo de tu dominio.  O puedes hablar algún tema conocido por el público; pero que tienes una perspectiva completamente diferente.

Paso 2: Determina los objetivos que deseas alcanzar con la presentación.

Como todo en la vida, debes saber para dónde vas si deseas llegar a ese lugar.  No puedes elegir el rumbo, si antes no has elegido tu destino.
Después de haber elegido el tema, debes elegir cuáles son tus objetivos al realizar la presentación, cuáles son las verdaderas causas que te motivan a hacer esta presentación.
Presentarás un tema a un grupo de personas.  ¿Qué esperas lograr cuando estés con ellos, cuando ellos se marchen a sus casas?
Los objetivos pueden ser de varios tipos.  El primero, quizás sea simplemente informar, transmitir información nueva o renovada sobre el tema.  Otro objetivo, podría ser persuadir, motivar y estimular a tus oyentes para tomen acción de algún tipo.  Un tercer motivo, podría ser simplemente entretener a tus oyentes, pasar un buen momento con ellos.  Un cuarto objetivo, vendría a ser estimular una reflexión acerca de un tema de interés común o de una causa.  Finalmente, un quinto objetivo podría ser promoverte como profesional experto ante el público.
La charla podría estar dedicada exclusivamente a uno solo de estos objetivos; pero quizás también podría buscar varios de ellos.

Paso 3: Conoce bien qué desea y motiva a la gente que recibirá tu mensaje.

Tanto el tema como la presentación deben ir acordes con el auditorio al que te dirijas.  Cada aspecto de la charla debe tomar en cuenta quiénes son las personas que escuchan y cuáles son los objetivos que se pretenden lograr; pero también de las circunstancias que tienen influencia en el evento.
Esos otros aspectos son: el tipo de vocabulario, la extensión, el significado de los gestos, el volumen e intensidad de la voz, y la cantidad de información que será transmitida según el objetivo de la charla, pero también conforme a las expectativas y necesidades del auditorio que se vaya a presentar.
Puede suceder que la misma conferencia, charla o presentación que fue exitosa en un grupo o evento, no lo sea en otro grupo o en otro momento, porque alguna o varias de las circunstancias cambiaron de un caso al otro.
Para lograr una presentación exitosa, entonces debes tomar en cuenta los siguientes aspectos básicos: para empezar, debes considerar la importancia del saber escuchar.  Luego, toma en cuenta que la gente espera que tengas un buen desempeño como expositor.  Debes hacerte diversas preguntas que te hagan conocer mejor al público meta.  Por último, debes identificar las características del público para que adaptes el tema, el contenido y la forma de presentarlo.
En segundo lugar, recuerda que la gente espera que te desempeñes bien como orador.   En el público habrá personas que tienen experiencia para hablar delante de otras personas y muchos –quizá la mayoría- que nunca lo han intentado y que nunca lo intentarán.
Piensa en qué los motivó a asistir a la conferencia o presentación.  Investiga sobre lo que saben acerca del tema que les vas a presentar.   Trata de descubrir cuánto quieren aprender y qué esperan conocer nuevo en tu charla.  Debes saber qué es lo que mueve a los oyentes en su vida personal, cuál es su escala de valores, sus sueños, planes, deseos y necesidades más inmediatos.
Trata de determinar también el espíritu de participación de los oyentes.  Si están motivados y receptivos.  Si son amistosos o más bien hostiles.  Si están apáticos e indiferentes.  Si se distraen con facilidad.
También toma en cuenta aspectos bien importantes como la edad, el sexo, el nivel sociocultural y la diversidad racial.  Todo esto debe ser considerado también en la preparación y en la presentación.

Paso 4:  Sigue un proceso serio de investigación y preparación de la charla.

Una vez que tengas bien definidos los tres pasos anteriores:
► Has elegido un tema para la presentación.
► Tienes claros los objetivos y alcance de tu charla
► Has meditado sobre las personas que asistirán.
Si de verdad tienes esto listo y estás conforme con las definiciones en cada punto, debes iniciar el proceso de investigación, desarrollo y preparación de tu conferencia, charla o presentación.
Para empezar, debes concentrar tus esfuerzos de investigación concentrandote en lo que tenga relación con tu tema central, evitando caer en distracciones.
Evitar censurar información, porque consideras que no la vas a utilizar.
Empieza recopilando y escribiendo partiendo de tus propios conocimientos y experiencia.  Reúne todo eso en uno o varios documentos.  Conversas con especialistas o gente que esté relacionada con el tema, incluso con personas que puedan testimonio sobre el mismo.  Consulta y reúne información que obtengas en internet, bibliotecas, libros, librerías y archivos de periódicos, entrevistas que hayan hecho otros, etc.  Mira también películas que aludan al tema.
Visita los lugares que tengan relación con tu tema elegido.
Forma un archivo bien identificado con todo el material que reúnas.  Siempre mantente concentrado en el tema central de tu conferencia.
Organiza la información, consolida y relaciona la información recopilada.
Cuando tengas todo esto listo, redacta el contenido de la conferencia.  Hazlo en el orden lógico que se acostumbra:
► Introducción.  Esta es la parte del discurso en la que te dedicas a conquistar al público, los saludas y debes capturar toda su atención.  Puedes aludir a la ocasión, tratas de conquistar al público indiferente y bajar el tono del público hostil.
► Preparación.  Este es el momento en que informas a los oyentes sobre cuál será el tema y dónde pretendes llegar.  Presentas la división de los temas y cómo los irás presentando.
► Tema Central.  Aquí es donde desarrollas el tema principal y ofreces la información completa de la conferencia.  Puedes presentarla ordenada en función de una escala de tiempo, de espacio, u organizada según causa y efecto.  Utiliza elementos de transición para facilitar la comprensión del mensaje.  Finalizando esta parte, agregamos argumentaciones de refutación que sean sólidas
► Conclusión.  En esta parte cierras el tema.  Procedes con la recapitulación que resume la información presentada en una o dos frases.  Agregas un epílogo que se dirija a los sentimientos y cierras con una frase poderosa que haga un llamado a la reflexión, a la acción o que refuerce tu posición sobre la base del objetivo que te habías planteado.

Paso 5: Practica, practica y practica tu presentación

La práctica es el quinto paso.  Esto es lo fundamental.  Debes aprovechar cada oportunidad para practicar, no solo la conferencia como un todo, sino también parte de la presentación.  La introducción y la preparación, deben practicar a solas, muchas veces.  También la conclusión, una y otra vez.  Son parte fundamentales de la conferencia.
El contenido y presentación pueden ser excepcionales, pueden presentarse brillantes y con soltura, pero las partes que la gente más recuerda como experiencia acumulada y como valor agregado se reafirman en la introducción, en la preparación y en la conclusión.  Es lo que la gente más recordará.
Practica en privado la conferencia completa.  Mide los tiempos.  Analiza cambios en la presentación que requieran refinamiento.
Trata de presentar la charla a un grupo pequeño, si esto es posible.  Pueden ser amigos, colegas o un grupo de referencia modelo en menos escala.
Cuando se presente la oportunidad de brindar la conferencia estarás mucho más preparado si has practicado antes.
Durante la conferencia, haz lo posible por gravarla en audio y video.  O ten una persona de confianza que de sus opiniones luego.
Terminada la conferencia dedica unas dos o cuatro horas a analizar tu desempeño.  A modificar los puntos que tuviste que suprimir o mejorar ya estando en la conferencia.  Mira qué puntos fortalecer.  Anota la experiencia acumulada, las enseñanzas, revisa todo el proceso.  Anota el aprendizaje.
Trata de volver a impartir la misma charla, una y otra vez.  Cada vez  lo harás mejor.
Antes de terminar, resume lo que te he querido transmitir durante este artículo.  Hablar en público es una gran oportunidad para posicionarte como experto y para fortalecer tus conocimientos, para darte a conocer y para expandir tu campo de influencia.